Agradecimientos y palillos chinos

Después de casi una semana de retraso (no tengo perdón, lo sé) quiero agradecer infinitamente al cuadrado a Pau por el reconocimiento que me otorga. El cual para mi es una alegría tremenda porque me anima a seguir compartiendo con vosotros trocitos de mi vida.

Por lo tanto esta entrada se la quiero dedicar a Pau. Gracias guapísima!!

Yo soy una gran amante de la gastronomía en general y me gusta probar la gastronomía de otros pueblos, ciudades, países... y siempre me intento adaptar a su estilo pero con la comida china y japonesa todavía tengo una lucha sin fin por culpa de sus cubiertos los palillos, me pueden y mira que son años de guerra, pues todavía no he aprendido a comer con palillos, soy totalmente una negada.
Pero claro a la hora de utilizar los palillos es como la ley de la adaptación, o te adaptas rapidito o te mueres de hambre, al principio le doy veinte mil vueltas a ver como los cojo, la ayuda de la gente no me sirve porque intento hacerlo como ellos pero no hay manera, una vez que lo tengo medio dominado, intento utilizarlo... cuando lo que hay que comer se trata de trozos más o menos grande no hay mucho problema, la cosa se pone chunga cuando es arroz o cositas más pequeñas, llega un momento que me desconecto del mundo y en ese momento quedamos, el plato de comida, los palillos y yo.

A raíz de esto me ha salido una afición, coleccionar palillos, así como los palillos no se porte bien o me guste mucho, lo secuestro y me lo llevo a casa.