Hace tres semanas una vecina vino a mi casa a pedirme si tenía 20€ para prestarle porque tenía que pagarle a la peluquera que había ido a su casa y ni la peluquera ni ella tenían cambio, yo por supuesto que le dejé los 20€, me dijo que me los devolvería al día siguiente.
Ha pasado un día y otro, nos hemos cruzado:
Una servidora: "hola, que tal?".
La vecina: "los días de feria he estado de vacaciones en la playa en un hotel maravilloso".
Una servidora: "Que bien!, por cierto que tal la comunión que tuviste" (para eso fue la peluquera para arreglarla que iba a una comunión).
La vecina: "Muy bien, hoy en día las comuniones son como las bodas".
Una servidora: "Ni que lo digas".
La vecina: "Bueno, me voy que tengo prisa que llego tarde al trabajo".
Una servidora: "Nos vemos...".
La vecina: "Ah!, por cierto a ver cuando te pasas por casa y me miras el ordenador que creo que el antivirus no va".
Una servidora: "Pues hasta el fin de semana no puedo".
Han seguido pasando los días, he estado en su casa actualizándole el antivirus y hasta ahora. Pero de devolverme los 20€ nada de nada y ha esta altura pues ya creo que no me los devolverá.
No quiero pensar mal (demos un voto de confianza), no sé igualmente se le ha olvidado, vamos a mi nunca se me olvidaría que debo 20€, ni 10€, 1 céntimo pero todo el mundo no somos iguales, evidentemente no le voy a pedir el dinero, me da cosa en la conciencia de cada uno tiene que estar sus responsabilidades porque al fin al cabo el dinero es lo menos, si me hiciera falta por supuesto que si se lo pediría. A mí lo que no puedo evitar y me jode el hecho que si ella es consciente que debe el dinero esté tan tranquila y siga aprovechándose de la fe de los demás pidiendo más favores.
Ya tenía asumido que en el mundo hay gente con mucho morro, pero es que últimamente es una "especie" que abunda bastante. Nada más espero que no sea algo contagioso.