Aquella noche...

Fue mágica porque te encargaste de que fuera así. Tú sonrisa hizo de telonero para la apertura de una gran noche. Un concierto de caricias, besos y confidencias con la luna como testigo callada. Emociones y sentimientos brotaban de nuestros corazones. Los miedos y las inseguridades quedaron fuera del espectáculo ya que no estaban invitados. La melodía la puso el amor; suave y serena, en la cual nos penetraba en cada poro de nuestra piel sintiéndonos que éramos uno.

La noche iba pasando dejando paso al amanecer. Los invitados se iban marchando..., las estrellas y la luna dejaron paso al sol el cual puso el punto de clausura y la música de nuestros corazones dejaron de sonar.

Para concluir lo que había sido espectáculo perfecto  fue la promesa de saber que habría más noches como esas.

Noches de Insomnio

Normalmente siempre tenemos los pensamientos revoleteándonos las 24 horas del día pero en noches como esta en que no puedes dormir se intensifican más. La cabeza es una madeja alborotada. Pensamientos, sentimientos y emociones sin sentido y coherencia se manifiestan sacando todo lo que tenemos guardado que nos produce dolor. El cansancio no ayuda y pone sal pimienta a este cóctel..., las horas pasan y ya nada puede entretener tu mente ni TV, libro, ordenador, música etc..., todo a tu alrededor es pesado y tortuoso. Tú nada más quiere cerrar los ojos y dormir, descansar esa máquina cerebral.
Llegado la hora del alba caes vencido de una noche de agonía como si de la propia muerte se tratara.