Lunes

Mañana de un lunes cualquiera, suena el despertador, miro a mi lado y el no está, no sé porque pero en ese momento un escalofrío recorre mi cuerpo..., odio los lunes porque cada lunes hay que marcharse.
Me levanto y te encuentro en el baño, me das un tierno y cálido beso, me haces sentir bien que no esté triste como todos los lunes..., pero esta vez es diferente, siento que no es cualquier lunes...
Siempre tan encantador me preparas una infusión mientras yo termino de arreglarme. Este lunes los minutos, segundos pasan más lentos, como si el tiempo se estancará para que no me perdiese nada, todo tiene un olor diferente, miro por la ventana y puedo sentir el frío de la calle, el sol apenas se deja ver entre las nubes que amenaza lluvia.
Es tarde hay que marcharse como todos los lunes, tu siempre tan amable coges mi maleta y tras nosotros cierras la puerta y en ese momento siento como si cerrarás la puerta de mi corazón.
Como cada lunes en la estación gente que van y viene con sus maletas, yo soy una más.
Me abrazas fuerte, muy fuerte, me besas, me besas intensamente como cada lunes dejando tus huellas en este viaje sin retorno, sin más lunes.